domingo, 28 de diciembre de 2014

Iluso

 

Ay, de aquel que me mire,
 y en sus ojos aparezca un destello,
 y en su mente un pensamiento,

 que dibuje en su cara una sonrisa.

Ay, de aquel que pretenda,
 
susurrarme al oído sutilezas,
 y rozar mi piel con la suya
 con el anhelo de que se encienda.

Ay, de aquel que sueñe,
 que el tiempo no es largo,
 mientras espera la dicha
 de qué la llama resplandezca.

Ay, de aquel pobre,
 de alma humilde y corazón noble,
 que riquezas desprecia,
 por tenerme a su vera.

2 comentarios:

  1. Auri, para su tranquilida le puedo asegurar que no seré yo nunca tal iluso.
    Sin embargo, no sea usted tan arísca puede que surja el mozuelo que sin proponerselo le suba a usted al séptimo cielo y le haga sentir el vértigo de no tocar con los pinreles en el suelo.

    Reciba un saludo peludo de mi parte.

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  2. Amigo Uno, mis palabras son una advertencia a aquel que crea que puede hallar en mí una chimenea, pues el fuego de mi lar es traicionero y peligroso.

    Reciba un sincero y menos peludo saludo.

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